10/01/2012 | Notas |

El futbol hace 50 años

Por Carlos F. Ramírez*

El campeonato 1962/63, jugado después del excelente desempeño de la selección nacional en el Mundial de Chile, vio el fin de la racha de cuatro títulos seguidos del Guadalajara, y la aparición del equipo de la universidad de México en la liga, algo que desde treinta años antes debió haber ocurrido. En efecto, en un par de ocasiones en la era amateur, La UNAM había intentado tener equipo en la Primera División sin lograrlo. Entonces se alegaba que las porras estudiantiles podrían poner en riesgo la seguridad del público del estadio; no era tan absurdo el temor, pues ese espíritu juvenil, expansivo y a veces violento de las porras universitarias, llegó a causar problemas en algunos juegos del estadio de los Pumas.

Pero de pronto, el juvenil equipo dirigido por Octavo Vial, antiguo jugador del América y entrenador nacional en 1950, fue una novedad. La moda implantada por el nuevo América de importar jugadores brasileños (Mocar dos Santos, Urubatao y Zague) la intentaron los universitarios sin mucho éxito. A la larga sería más importante desarrollar jugadores de su propia cantera, y se requería paciencia, porque como sabiamente les advirtió el excelente DT argentino Renato Cesarini cuando tomó al equipo en septiembre de 1962. Entre otros, debutó a Aarón Padilla el 2/10/1962, día en el que anotó el único gol en el triunfo de 1-0 ante el Toluca, pero les advirtió que no habría milagros y los resultados tardarían en aparecer.

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Terminado el torneo, casi en sucesión, se salvaron del descenso Atlante, Irapuato y Pumas, pero el Tampico en la última fecha empató 1-1 con América, pero lo perjudicó el silbante Medina que no marcó un penalti que hubiera sido su triunfo y salvación.

Tres de los cuatro equipos tapatíos (la excepción fue el Nacional) lucharon por el primer lugar desde el principio. Al acabar la primera ronda Guadalajara y Atlas estaban empatados en el primer lugar con el Oro, entrenado por Fekete, un punto abajo. El el arranque de la rueda de revanchas el Atlas se rezagó ganando sólo tres puntos de 10 en tanto que el Guadalajara se quedó en primer lugar, sólo un punto arriba del Oro (…) y el escenario quedó listo para el cierre del torneo que enfrentaría, por caprichos del calendario, a los dos equipos. Guadalajara llegó al partido decisivo con 15 juegos consecutivos sin perder.

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Lucha recia, de calidad, pero el que hizo el único gol, el Oro, fue el que se llevó el título.

*Fragmento del libro 11 Décadas del Futbol Mexicano, de Carlos F. Ramírez, 2010 Octavio A. Colmenárez, editor.