02/03/2012 | Notas |

La lección que aprendió el Tri ante Colombia

SELECCIÓN NACIONAL. Dice un dicho popular que “cuando pierdes una oportunidad ganas una lección”. La oportunidad que perdió el Tricolor fue medir la capacidad de un equipo que no tiene muchas oportunidades de jugar junto, en el que varios de sus elementos no son titulares en sus conjuntos y ver nuevas caras en la alineación. Y la lección, vaya si fue dura.

México inició imponiendo sus  condiciones; sin embargo,  los sudamericanos se dieron a la tarea de dominar la media cancha y al correr de los minutos lograron la recuperación del esférico y poco a poco fueron desmembrando al Tri. Los de verde quedaron orillados a seguir las jugadas de sus contrincantes esperando a que perdieran el balón para intentar armar jugadas de peligro.

Los dos goles anotados en el arco de Guillermo Ochoa, dejaron al descubierto a un seleccionado falto de comunicación y partido a la mitad. El primero cayó en el minuto 36 y el segundo en el 59. En los dos goles se evidenció la falta de integración del conjunto. Dejaron de lado un factor importante en el juego colectivo: nunca debe faltar el apoyo al compañero y sobre todo, una jugada de peligro en contra termina hasta que el balón está en total control, ya sea rechazando, desviado o recuperado. En las jugadas de los dos goles, los tricolores (excepto Ochoa) fueron más observadores que participes.

Con jugadores de gran experiencia y de roce internacional, el conjunto mexicano no puede ni debe mostrar esa falta de capacidad de grupo. La lección de este encuentro es que el conjunto de José Manuel de la Torre debe enfocarse en  trabajar el juego de conjunto y afianzar su mentalidad positiva, que no alcanzó a desarrollar ante un equipo ordenado como el de José Pékerman.