04/03/2012 | Notas |

Los Pumas resucitan en el infierno

CLAUSURA 2012. Toluca, Estado de México. Endiablados, poseídos, a los Pumas se les metió el chamuco, ofrecieron su mejor actuación en medio de una crisis coyuntural para arrebatarle un triunfo (0-2) a los Diablos en el infierno, los universitarios salieron ilesos y literalmente resucitaron, ya que aún mantienen con vida sus aspiraciones de Liguilla, pero sobretodo, recuperaron el futbol y la dinámica que dejaría sin aliento al mismísimo Lucifer.

Y es que los felinos regresaron a la prosapia que los ha distinguido, asfixiaron al rival, lo cercaron en el área, no dejaban que sus delanteros se voltearan, incomodaron a ‘Sinha’, le cortaron las alas a Brizuela y Esquivel, Iván Alonso tenía respirándole al oído, como perro de presa a Marco Palacios, vamos, hasta el rudimentario Romagnoli sufrió ante el pressing de Cabrera y Espinosa. Sí, Pumas, estaba poseído, mutó de rostro, le dio un giro a su futbol, fue irreconocible de acuerdo a lo visto en las últimas semanas.

Toluca intentó oponer resistencia, por ello se pudo observar un duelo espectacular, abierto, con oportunidades  en ambos arcos, quizá el mejor juego en lo que va del torneo, con tintes reconocibles e inequívocos de Liguilla. Fue ahí cuando Alejandro Palacios marcó diferencia al realizar un par de atajadas espectaculares, pero ni así los mexiquenses lograron contener el ímpetu auriazul rubricado por Efraín Velarde, quien le hizo honor al sobrenombre de ‘Chispa’, se adelantó a Gamboa e hizo patente su vehemencia al puntear el esférico y hacer inútil la estirada de Talavera.

Para ese entonces ya ganaba el mejor sobre el terreno de juego. Cortés perforaba por derecha, Velarde nunca dejó de hacerlo por izquierda, los contragolpes con Martín Bravo y Cacho eran lacerantes, punzantes para Dueñas, Novaretti y compañía, quienes nunca atinaron a jugar a las mismas revoluciones.

José Antonio García se levantó entre el azufre, se anticipó a Gamboa (¿otra vez?) y metió un potente cabezazo para anotar su primer gol en el máximo circuito para terminar de convertir al infierno en un congelador, las barras del Toluca enmudecieron y a partir de entonces los cánticos universitarios se apoderaron del otro mundo para no dejar que Pumas muriera, para intentar que se redimiera en esta vida, en este torneo.

Los Pumas mostraron madurez, inteligencia, manejaron el marcador, al rival, los tiempos y las latitudes, incluso Darío Verón pudo haber hecho más holgado el resultado, pero el intento de clarear a Talavera fue infructífero. Como sea, pero el cuadro capitalino recuperó identidad, garra, pressing, estaba muerto y salió de la ultratumba, pero mucho cuidado porque ya no es el mismo, vio al diablo de frente y le pintó la cara, se apoderó de sus dominios como no lo hacía desde 2004. Los universitarios vieron la luz, acariciaron la gloria y aún piensan en Liguilla… por ahora sus pecados fueron perdonados.